La Gestión del Riesgo financiero trata de identificar, analizar y cuantificar probabilidades de efectos negativos de los riesgos. Las empresas tratan de conocer los riesgos a los que se enfrenta el negocio y decidir las acciones preventivas, correctivas o reductivas para gestionar el riesgo financiero, acotarlo o minimizarlo, independientemente de su tipología.
En el enfoque de la gestión de riesgos tradicional este ámbito es visto como algo a lo que acudir por obligación, asociado a amenazas, crisis o peligro que necesita un control. Sin embargo, en el enfoque moderno de la gestión de riesgos, estos son relacionados con la política y cultura empresarial basada en la que el riesgo se percibe como algo positivo. Se trata de una gestión global que involucra a toda la organización y su estrategia. Esta gestión del riesgo se centra en las causas y conduce a la empresa a mejores resultados.
Los principios de la gestión del riesgo son:
- Responsabilidad de toda la organización.
- Inversión. La gestión requiere una inversión de tiempo y recursos, que se convertirá en una ventaja competitiva.
- Mentalidad y cultura de prevención.
Se trata de encontrar un equilibrio entre el exceso de riesgo y el exceso de control. La empresas que se basan en el riesgo y no realizan un control tienen errores y pérdidas de tiempo y dinero. En contraposición, las empresas con demasiado control establecido se traducen en burocracia, complejidad y repeticiones.
Se trata de encontrar un equilibrio entre el exceso de riesgo y el exceso de control.
La gestión del riesgo financiero aporta múltiples beneficios: toma de decisiones fundamentadas, anticipación, consecución de objetivos, capacidad de afrontar un riesgo mayor que reporte un beneficio mayor, ventajas competitivas y comunicación fluida en la compañía.
La metodología de la gestión de riesgos consta de varias fases:
- Definir los objetivos estratégicos dentro de un proceso de planificación estratégica, visión, misión y valores.
- Estudiar los riesgos que comportan.
- Elaborar un informe de riesgos.
- Tomar decisiones en función de la ponderación de esos riesgos.
- Una vez tomadas esas decisiones quedan los riesgos residuales.
- Supervisión.
La Matriz de Riesgos sirve para calificar estos riesgos en dos ejes en función de la probabilidad de que ocurran y de su magnitud. Gestionar el riesgo financiero es algo vivo que requiere de acciones diarias y una integración de la forma de trabajar en el día a día de la compañía.
Información extraída del webinar impartido por Natxo Fernández Laguna para EALDE Business School.
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