La Dirección de Operaciones es una función dentro de una empresa que permite mejorar su competitividad a largo plazo. Por lo general, se encarga de transformar los recursos de la empresa en los bienes y servicios que comercializa. De este modo, los profesionales que quieran aspirar a ocupar puestos en la Dirección General de una compañía han de conocer los principales elementos de la Dirección de Operaciones.

Responsabilidad del Director de Operaciones

La Dirección de Operaciones puede marcar la mayor o menor competitividad de una empresa. Su responsabilidad está en desarrollar estrategias y elementos de las operaciones que permitan tener ventajas sostenibles a largo plazo, en comparación con sus competidores. Se trata, en definitiva, de contar con un elemento diferenciador, que sea reconocido por los clientes. Este elemento será clave para la subsistencia tanto en el corto, como en el medio y largo plazo.

Elementos operacionales para lograr la satisfacción del cliente

Con el fin de conseguir la satisfacción del cliente en la Dirección de Operaciones, se deben tener en cuenta una serie de objetivos o elementos básicos:

1. Desarrollo y fabricación del producto. Ha de cumplir con las necesidades y características que satisfacen al consumidor.
2. Optimización de los costos de transformación y distribución del producto o servicio. De forma que se consiga ofrecer un precio competitivo.
3. Disponibilidad y plazos de entrega del producto o servicio, en el momento que lo requiere el cliente.
4. Capacidad de adaptación a los cambios de expectativas y demandas del cliente. La finalidad de este objetivo es mantener o incrementar la participación de la empresa en el mercado. 

Estos elementos deben estar respaldados por una estructura organizativa que facilite el diseño del producto o servicio. Además, debe permitir una planificación correcta y una localización de las instalaciones productivas y los centros de distribución.

Tareas operativas

Todos estos elementos tienen que ser complementados con otras tareas más operativas, pero de una gran importancia para la gestión del día a día. Entre ellas encontramos la planificación programación de la producción o el mantenimiento preventivo de las instalaciones y equipos.

Además, entre las tareas que debe controlar la Dirección de Operaciones de una empresa debe estar la gestión de las compras de materias primas o subproductos y el control de los niveles de inventarios necesarios para satisfacer la demanda, en los plazos requeridos. Todo ello sin obviar el control y garantía de la calidad, a lo largo de la fabricación.

De este modo, las operaciones son una parte fundamental en la estrategia de las empresas para el establecimiento de una ventaja competitiva.

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