El reto de la sostenibilidad es uno de los grandes cometidos al que nos enfrentamos como sociedad. El mundo entero tiene la obligación de darse la mano en pro del cuidado del planeta y, para ello, hacen falta profesionales preparados.

Como bien sucede con cualquier otro objetivo que se persiga, disponer de hojas de ruta es la mejor manera de allanar el camino. Momento en el que el concepto de taxonomía verde entra en juego.

Un nuevo modo de plantear el futuro al que nos dirigimos y que ya ha calado con especial fuerza en América Latina.

Taxonomía verde: Qué es y para qué sirve

La taxonomía verde es un sistema de clasificación cuyo objetivo es valorar el logro de los objetivos sostenibles a escala mundial.

De este modo, estamos ante la guía con la que los compromisos, estrategias y políticas globales serán más realizables en tiempo y forma. De hecho, son ya un elemento fundamental de las finanzas sostenibles en el marco empresarial.

Así pues, es más sencillo conocer cuáles son los objetivos que realmente cumplen con los retos de la sostenibilidad. Sirviendo para categorizar ciertas actividades con el sello “verde”.

Estas etiquetas permiten la movilización de los recursos públicos y privados hacia las inversiones favorables en términos medioambientales y sociales. Lo cual ha convertido la taxonomía verde en un claro atractivo para las empresas modernas.

Esto permitirá movilizar recursos públicos y privados hacia inversiones ambientales, gracias al lenguaje claro y común que orienta las finanzas verdes.

Aplicaciones en Latam

Varios países de LATAM han dado el visto bueno a esta herramienta. Colombia fue el primero en hacerlo, seguido de cerca por México.

Pero, ¿cuáles son las aplicaciones reales de la taxonomía en la sostenibilidad? Cada región (no solo en América Latina, sino también en Europa) tiene sus propias metas.

Veamos algunas de las acciones que siguen las pautas de dicho sistema en el continente.

Clasificación de los instrumentos financieros verdes

Como sistema de clasificación, la taxonomía verde está ayudando a identificar y evaluar las actividades económicas en base a su grado de sostenibilidad.

Al hacerlo, las inversiones han encontrado la manera de cumplir con los objetivos internacionales de manera clara. En especial en lo que respecta a los instrumentos financieros.

Fondos de inversión, carteras de crédito, bonos, índices bursátiles… Todo esto y mucho más está incentivando el desarrollo de los mercados verdes en LATAM.

Asimismo, está sirviendo para que las empresas optimicen su transparencia. Lo cual ya ha reducido el greenwashing en el tejido corporativo en general.

Cumplimiento de los objetivos sostenibles

La taxonomía verde está siendo de gran utilidad para el cumplimiento de los compromisos adoptados por cada país en las cumbres internacionales.

El CMNUCC (Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) ha dejado claro cuáles son los principales retos de nuestro tiempo. Y con este sistema de clasificación es más fácil ir cumpliéndolos poco a poco.

La estabilización de concentración de gases de efecto invernadero o la conservación de la diversidad biológica son dos buenos ejemplos de ello.

Bien, pues con la correcta aplicación de la taxonomía verde, en América Latina están dando pasos en firme hacia estas metas. Al menos en países como Colombia o México, donde se ha implementado tanto en lo público como en lo privado.

Cómo afecta a los profesionales de las finanzas sostenibles

Al ser un sistema de referencia de sostenibilidad estandarizado, la taxonomía verde está siendo de gran utilidad para todo tipo de empresas. Una guía que les permite avanzar hacia un futuro más sostenible mediante el uso de prácticas responsables.

No obstante, esto ha obligado a los responsables de las finanzas sostenibles a cambiar sus métodos de trabajo.

Adaptar las actividades económicas y las inversiones a las categorías de la taxonomía verde se ha convertido en la prioridad de estos profesionales. Así como seguir el principio de “no causar daño significativo” incluido en dicho sistema.

Nos encontramos en un momento único en la historia de la sostenibilidad y los especialistas en las finanzas sostenibles son más importantes que nunca.

Máster en Finanzas Sostenibles

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