En un entorno regulatorio cada vez más exigente, el rol del Compliance Officer ha ganado peso estratégico dentro de las organizaciones. Ya no se trata únicamente de cumplir la ley, sino de anticiparse a los riesgos, promover una cultura ética y garantizar que la empresa esté alineada con las expectativas de la sociedad, los reguladores y los inversores.
Para entender mejor cómo están evolucionando estos desafíos, hablamos con Gonzalo Echenique, Compliance Officer en DIGI, quien nos comparte su visión sobre las tendencias actuales, los retos del día a día y el futuro.
A continuación, compartimos la entrevista completa en la que veremos el impacto de las nuevas normativas, la importancia de la debida diligencia, el papel de la tecnología y las habilidades clave que debe tener un profesional de compliance en un mundo empresarial cada vez más complejo.
¿Cómo describirías el entorno regulatorio actual y qué normativas están marcando la agenda del compliance en estos momentos?
Gonzalo Echenique: Es un entorno con una carga regulatoria muy elevada. Más allá de normativas específicas como las de blanqueo de capitales o las nuevas reglas de ciberseguridad, creo que la que más impacto está teniendo ahora mismo es la que tiene que ver con la debida diligencia en derechos humanos y medioambientales. Esto afecta directamente al modelo de compliance y requiere integrar nuevos enfoques en nuestros programas. También en España está tomando fuerza el desarrollo de los canales de denuncias y la creación de una Autoridad Independiente del Informante, a la que todas las empresas deberán adaptarse.
¿Qué papel juega la debida diligencia en los programas de compliance y cómo se puede implementar de forma eficaz?
Gonzalo Echenique: Es fundamental. Pero muchas veces se comete el error de limitarla solo a los proveedores. La debida diligencia debe aplicarse también a socios de negocio, intermediarios, e incluso a operaciones como compraventas de sociedades. No basta con conocer aspectos reputacionales: necesitamos saber quiénes son los propietarios, si están sujetos a sanciones internacionales, etc. Y para ello, hacen falta herramientas de screening robustas, recursos y una cultura de prevención. Solo así podemos tener un mapa de riesgos completo y actualizado.
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¿Crees que sigue siendo útil el modelo de las tres líneas en compliance?
Gonzalo Echenique: Sigue siendo útil, pero en empresas grandes. Allí suele estar bien definido: hay una Comisión de Auditoría, y el Compliance Officer reporta directamente a ella. Sin embargo, en empresas pequeñas, este modelo se diluye. Muchas veces el departamento legal asume también la función de compliance, lo que puede generar conflictos entre la primera y la segunda línea. El modelo funciona cuando hay independencia real entre las líneas, pero eso no siempre es posible en estructuras más reducidas.
¿Cómo es el día a día de un Compliance Officer?
Gonzalo Echenique: Muy variado y exigente. No solo diseñamos e implementamos componentes del modelo (como los canales de denuncias), también atendemos consultas del negocio, damos formación a los empleados y generamos conciencia sobre los riesgos. Un buen Compliance Officer debe ser una figura de confianza dentro de la empresa, alguien a quien acudir ante cualquier duda, por pequeña que sea.
¿Qué habilidades consideras esenciales para desempeñar esta función con éxito?
Gonzalo Echenique: En primer lugar, la capacidad de escuchar. Luego, la comunicación: no basta con conocer la normativa, hay que saber explicarla. Y, sobre todo, la empatía. Hay que ponerse en el lugar del negocio, entender sus necesidades, evaluar riesgos y ofrecer soluciones que protejan a la empresa sin frenar su actividad.
¿Qué tipo de formación consideras necesaria para especializarse en compliance?
Gonzalo Echenique: En España se ha extendido la idea de que hay que ser abogado. No es cierto. Puedes venir de otras áreas, como Filosofía por ejemplo. y ser un excelente profesional de compliance si sabes de lo que hablas. Lo importante es tener formación específica: un máster ayuda mucho, te da estructura, herramientas y vocabulario. Pero la carrera previa no es tan determinante como a veces se piensa.
¿Qué consejo darías a alguien que quiere empezar en esta profesión?
Gonzalo Echenique: Que se forme. Que haga un máster en compliance, y si puede, que lo haga aquí, en EALDE Business School. La formación te abre puertas, pero también te permite hablar con propiedad, entender los modelos y construir desde la base.
¿Cómo crees que evolucionará el compliance en los próximos años?
Gonzalo Echenique: Mucho dependerá de lo que ocurra en Estados Unidos. Si mantienen su presión contra la corrupción, el compliance seguirá fortaleciéndose. Si la relajan, podríamos ver retrocesos. En Europa ya estamos viendo cierto paso atrás, porque el exceso regulatorio está afectando la competitividad. Además, la percepción social sobre la corrupción también ha cambiado: antes se penalizaba más, ahora parece que se tolera más. Por otro lado, la inteligencia artificial tendrá un papel clave, y debemos aprender a manejarla desde una perspectiva ética. Y finalmente, la geopolítica va a marcar mucho la agenda de las empresas en general, no solo la del compliance.
Para acabar, le damos las gracias a Gonzalo Echenique por compartir su experiencia y conocimientos. Puedes ver la entrevista completa en vídeo aquí:
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